lunes, 31 de enero de 2011

" Mindfulness "



"Sólo amanece el día para el que estamos despiertos"
H.D.Thoreau


“Bonito palabro” esto de mindfulness, pero, para aquellos que lo oigan por primera vez, ¿qué significa?

Pues mindfulness o atención plena es la manera de vivir la vida aprovechando al máximo cada momento, disfrutando de cada segundo, siendo consciente de lo que se está viviendo en cada instante, estando en contacto con todo lo que está ocurriendo ahora.

Aunque tiene mucha relación con antiguas prácticas budistas, no estoy hablando de conversión ni nada parecido (cada cual adelante con sus creencias, o sin ellas). Se trata más bien de despertar a lo que nos rodea y de vivir en armonía con nosotros mismos y con el mundo. Más aún, va de averiguar quiénes somos, de cuestionar nuestra visión del mundo, de saber realmente el lugar que ocupamos en él y de cultivar la capacidad de apreciar la plenitud de cada momento que estamos vivos. Fundamentalmente tiene que ver con “estar en contacto”.

Según J.Kabat-Zinn, en su libro Mindfulness en la vida cotidiana, atención plena significa prestar atención de una manera determinada: de forma deliberada, en el momento presente y sin juzgar. Todo ello va encaminado a lograr el despertar individual y, siendo conscientes de que la vida no es más que una sucesión de momentos, seamos capaces de vivir con plenitud cada uno de ellos. Es justo lo contrario a dar la vida por sentada, ya que viviendo con intensidad cada momento iremos moldeando y orientando nuestra vida desde dentro (lo que ocurra en cada instante tiene repercusión inmediata en los instantes futuros) sin ser meros espectadores de lo ya establecido.

Dicho de otra forma, el no ver con claridad lo que está pasando en el ahora, por permanecer pendiente de los momentos futuros o atormentado por los errores del pasado, sólo conduce a una falta de conciencia que acaba por impregnar todo y que nos empaña nuestro día a día, sin que aprovechemos todo lo que nos ofrece este minuto. Sólo estando en contacto de manera puntual seremos capaces de vivir, asimilar, comprender sin juzgar, crecer como personas y vivir conectados con todo y con todos los que nos rodean.

En la práctica, mindfulness podría ser disfrutar de un rato de juego con tus hijos concentrado sólo en ello, aparcando todo lo demás. También sería centrarte de lleno en el informe que estás preparando para la reunión de esta tarde sin permitir ruido del exterior. Pero también centrarte en sacar brillo al parabrisas cuando estás lavando el coche. Sólo de esta forma vivirás plenamente el juego, aprovecharás al máximo tu potencial ante la reunión y tu coche quedará impecable.

Como cada instante es único, irrepetible y totalmente perecedero, debemos centrarnos en vivir y disfrutar del momento presente y quedarnos con aquello de “donde quiera que vayas, ahí estás”.

2 comentarios:

  1. Hola Luis.como siempre muy interesante y dandonos q pensar.
    Un saludo y gracias.

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  2. Muchas gracias coco~liso por tus comentarios y por seguir este blog. Además, sabes que siempre que quieras puedes volcar aquí mismo esos pensamientos que comentas.
    Un saludo.

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