Amanecía de nuevo, como todos estos días…
Poco a poco empezaba a ponerse en marcha la maquinaria del cuerpo con los mismos movimientos de ayer y de antes de ayer…
En la cabeza, la permanente resaca del insomnio crónico y de las pesadillas continuas…
Lista de tareas pendientes…
Citas varias, pero ninguna especial…
Y, de pronto…, llega la noticia: ¡¡una nueva vida acaba de empezar!!
Sé que esto ocurre varias veces durante cada minuto de cada día, pero no tan cerca. Mis hijos tienen desde hoy una nueva primita y ni este día ni el resto de los días serán ya iguales porque hoy ha salido el SOL.
A mi sobrina Irene